Cine Mexicano y Nuevas Tecnologías
Por Gerardo Lara
El desarrollo tecnológico que abarató los costos de producción cinematográfica impone de manera más certera nuevas formas y conceptos a la creación cinematográfica en pantalla chica o grande.
El acceso a las herramientas tecnológicas se hace cada vez más patentes y se han perdido las diferencias entre filmar y grabar para dar paso a una nueva concepción a la que he llamado METACINE (más allá del cine).
Uno de los fenómenos más interesantes es que ahora cualquiera puede plantearse el filmar un largometraje por lo que paulatinamente gente que jamás tendría acceso en las instancias oficiales, se organiza para filmar; cada vez el contar historias con el lenguaje cinematográfico deja de ser exclusividad de unos cuantos privilegiados de La Condesa o Coyoacán., no me cabe duda de que pronto se verán resultados en pantalla cuya perspectiva marcará la diferencia entre un cine mexicano de élite, aficionado a la malhadada comedia mexicana de los últimos años, ahora podrán expresarse contenidos más diversos, universales y con una gama que refleje el mosaico plural que es México.
Todo ello tendrá que pasar por la democratización en las decisiones de los jurados que determinan los apoyos estatales al cine, pasará también por una auténtica descentralización cultural y por supuesto tendría que pasar por una nueva ley cinematográfica que proteja al cine mexicano, lo cual está lejos de suceder; todo esto acompañado de la ruptura del monopolio de la exhibición cinematográfica tan dañino para el cine mexicano.
Una cosa es segura, pronto la avalancha de producciones fuera de la industria será la que marcará pauta y tendencia en el cine mexicano.
1 comentario
Jorge avila · marzo 25, 2022 a las 4:04 pm
Afortunadamente eso acabará con los cotos de poder. Eso ayudará a no desperdiciar el talento mexicano y que nunca más se pierdan generaciones enteras de realizadores audiovisuales. Que hubiera dado porque en mi juventud fuera tan fácil crear algo audiovisual. Ese poder de experimentar al alcance del bolsillo personal no tiene precio. Tanto así que después de 20 años me he animado a regresar al medio…. Esta vez armado hasta los dientes con el poder de mi celular