Jirón de niebla, película perdida de Carlos Enrique Taboada.
Escrito por Daniel Remigio
El pasado 15 de abril, se conmemoró el aniversario luctuoso del director mexicano Carlos Enrique Taboada, y aunque hayan pasado unos días de los honores por su muerte, vale la pena recordar su trayectoria y la influencia de su cine en generaciones más jóvenes; cineasta de oficio de una diversa y prolífica filmografía, en donde se destacó el manejo de diferentes géneros cinematográficos, abordando incluso temas controversiales en películas como: La trinchera (1968), La fuerza inútil (1970), El deseo en otoño (1970), lesbianismo, crítica social y religiosa, ahondaron en estas películas.
Sin embargo fue reconocido principalmente por su tetralogía del terror Hasta el Viento tiene Miedo (1968), El Libro de Piedra (1969). Más Negro que la Noche (1975) y Veneno para las Hadas (1986), formando generaciones de seguidores, afanados al terror.
Su última producción experimentó la transición de cine en 35 mm. al video VHS (VIDEO HOME), formato en que fue grabada Jirón de niebla, su última película, la cual se consideró perdida, hasta el día de hoy.
Christian Cueva, periodista y cineasta, nos trae su documental Jirón, película con rigor casi detectivesco, que nos lleva por la búsqueda de el Santo Grial del horror en México, la última película de Taboada . Christian Cueva rastreó el material a partir de los testimonios de los principales involucrados y de la investigación en archivos; la viuda de Taboada: Rocío Amézquita, el albacea de su filmografía: Pablo Guisa Koestinger, también director del festival de terror Morbido Fest. en entrevista Christian mencionó:
Me parecía importante profundizar en las razones de porqué Taboada es relevante para el cine de terror. Hablar de estas cuatro películas me sirvió para dar contexto. A esto se sumaron los recuerdos de quienes participaron en la filmación de Jirón de niebla, de su viuda Rocío Amézquita y de quienes lo conocieron. Consideré importante, además, incluir la búsqueda de la película en diferentes archivos como el de la Cineteca Nacional y el de la Filmoteca de la UNAM. Como buen documental, nació de una idea y muchas preguntas.
Es en la Filmoteca de la UNAM donde encuentran el preciado material.
Sí, ahí descubrimos que Jirón de niebla no se hizo en celuloide sino en video. Ahí también tienen algunos vestigios de la película, que en realidad es como 75 por ciento. Llegó ahí porque Vicente Silva, uno de los productores entregó a la filmoteca su archivo en resguardo, El material está maltratado porque lleva mucho tiempo archivado.
Muchas veces el terror de la vida real puede ser más intenso que el de una película. Por más cliché que parezca, la realidad superó a la ficción. Por un lado, estaba el terror experimentado por Carlos Enrique Taboada al no poder filmar por la falta dinero; segundo, el terror de la historia de un joven que no ve un fantasma que el resto de la gente sí ve; y finalmente el terror de la vida política de este país. En Jirón de niebla el terror de la vida real entró en la ficción.
Si bien esta película se confronto con una realidad que a diario directores luchan por superar, la falta presupuestal, cabe resaltar la importancia de la Filmoteca de la UNAM en preservar la memoria fílmica. del país ¿Cuántos archivos cinematográficos de valor histórico no albergan en sus bóvedas? Al igual que jóvenes cineastas entusiastas como Christian, que recuperan estos archivos, volviéndolos a la vida, forjando el recuerdo de los que hacen nuestro cine. enhorabuena.
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